Incómoda costumbre esa de experimentar sensaciones permanentemente.
Constantemente sensaciones nuevas y placenteras.
Sin tener necesidad de precipitarse al abismo, buscarlas en las esquinas, estrellas, en los tachos de basura.
Saborearlas es vivir dos veces.
Las degusto, las respiro, las disfruto
Supongo que el día que no experimente mas con ellas será el día de mi fin.
Pero me alegra pensar que ese día voy a experimentar aunque sea una mas.
La última y mas intensa de las sensaciones. La mas dulce, macabra y misteriosa:
la sensación de estar muerto.
Entonces... resucitaré .
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